sábado, 10 de enero de 2009

Discursos:

DIPLOMACIA ECONÓMICA

Promoción de las Exportaciones
Discurso del Canciller de la República, Embajador Manuel Rodríguez Cuadros, en el II Festival Nacional del Pisco (Parque de la Amistad, Surco. Viernes 4 de febrero de 2005)

Creo que hay varias maneras de definir el Pisco. Una es técnica: el aguardiente de uva producido bajo un proceso especial de destilación. Pero, para los peruanos, más allá de la especificidad del proceso en la producción del Pisco, creo que existe una mejor manera para definirlo.
El Pisco es un estado de ánimo nacional. El Pisco es un referente de la peruanidad. El Pisco es un referente de identidad.
Por esa razón, el Día Nacional del Pisco es una efemérides, una celebración que va más allá de una visión de dar competitividad a la producción, a la comercialización, así como de promover el consumo del Pisco. Su venta aquí y en el exterior.
El Pisco es -como digo- un factor de reforzamiento de nuestros valores culturales; está asociado a una serie de elementos que nos hacen vivir mejor nuestra relación con el Perú, que nos hace sentir de una manera más intensa nuestro sentimiento de pertenencia al Perú, a sus valores, a su música, a su historia.
Por esa razón, yo decía al inicio, que el Pisco es algo mucho más que una extraordinaria bebida para todos los peruanos y peruanas. En ese sentido, la Cancillería está a disposición tanto de los productores, de los comercializadores, como de los investigadores.
Tenemos tres líneas de acción. Una línea, antes que defensa, yo diría de ofensiva con relación al reconocimiento de la denominación de origen.
Estas son cosas un poco técnicas; pero quiero decirles, simplemente, que en el mundo solamente hay un acuerdo de registro: El Acuerdo de Lisboa. El Perú ya se ha adherido a este Acuerdo internacional, y nuestra intención es registrar el nombre ‘Pisco’ como denominación de origen en este único instrumento de registro existente.
Existen otras instancias de defensa de los intereses en lo que respecta a la denominación de origen que nosotros también asumimos. Pero, más allá de este asunto que es importante y que tiene que ver con la propiedad intelectual, queremos promover la venta del Pisco, su consumo y, esencialmente, promover esa idea de identidad entre Pisco y peruanidad.
Por eso en las Embajadas del Perú en el exterior ya no se brinda con ‘Vinos de Honor’ o ‘Champagne de Honor’. Ya no se ofrecen cócteles donde predominan otras bebidas. En todas las Embajadas del Perú se brinda con ‘Pisco de Honor’, y ésa es también una manera de promover el turismo.
Felicito al Alcalde de Surco. Felicito a todos quienes han participado en esta muy peruana y muy pisquera reunión; y, simplemente, invito a que todos continuemos desarrollando esta cultura del Pisco en el Perú y en el extranjero.


Discurso del Canciller de la República, Emb. Manuel Rodríguez Cuadros en la ceremonia de suscripción del nuevo Convenio de Cooperación Interinstitucional con la Asociación de Exportadores (San Borja, lunes 31 de enero de 2005)
Ante todo deseo resaltar nuestro compromiso con los objetivos de desarrollo económico del país y de las empresas peruanas. Por ello, hemos iniciado un ciclo de diplomacia económica y no sólo tenemos con los empresarios una comunidad de ideas y de propósitos, sino una decisión de trabajar unidos para el incremento de nuestras exportaciones, para el desarrollo de nuestras empresas exportadoras, especialmente las pymes.
Me siento muy emocionado con el reconocimiento de ADEX, teniendo en cuenta lo que significa esta institución para la historia de la exportación en el Perú y, muy particularmente, con el gesto de la señora Sandra Chávez, que ha tenido la gentileza de entregarme este recuerdo que, junto con el diploma, lo voy a guardar por supuesto con el mayor de los afectos. Estos símbolos reflejan el compromiso y el estímulo para seguir trabajando con ustedes a favor del interés nacional.
Me siento muy estimulado con esta reunión, y lo voy a decir de manera muy clara. Lucho nos ha señalado que ha inventado algunas cosas que son verdades. Creo que es un excelente inventor de verdades.
El Perú es un país fragmentado. No podemos olvidar que tenemos cerca del 50 por ciento de la población en situación de pobreza, y eso que a su vez es un drama y un problema que tenemos que solucionar, es a la vez un desafío y una potencialidad, porque tenemos un mercado que con políticas económicas adecuadas y políticas de producción adecuadas, en la medida en que la pobreza disminuya, se podrán generar mayores consumidores; y, entonces, además de las ventajas de los mercados internacionales podemos contar con el dinamismo de un mercado interno crecientemente dinámico.
Cien mil millones de exportaciones no es una meta fuera de la consideración racional y razonable para un país como el Perú para el año 2026. Debemos duplicar quinquenalmente las exportaciones y ello debe ser una tarea nacional.
Hasta hace unos años, la empresa en la organización de la sociedad, independientemente de las ideas políticas, las doctrinas y las visiones del mundo, era una realidad sectorial, porque no solamente se le asignaba a la empresa sino también al Estado la generación de la riqueza. Consecuentemente, la empresa cumplía un papel segmentado.
Hoy la empresa ya no es sectorial. La empresa ya no cumple una función segmentada. La empresa forma parte de la sociedad cumpliendo funciones transversales que atañen al funcionamiento y a la satisfacción general de las necesidades de la sociedad y, por ende, de la Nación, del Estado, del país, de la Patria, del Perú.
Creo que tenemos un consenso mundial y también un consenso nacional en el sentido que el Estado no es el que genera la riqueza. El Estado genera las condiciones que permiten, entre otras cosas, la disminución de la pobreza.
Entonces, ¿quién va a generar los ingresos del conjunto de la sociedad? La empresa. En el mundo actual, ésta tiene un nuevo papel. Teóricamente la empresa ya no es sectorial, es transversal, es -societalmente hablando- nacional, y eso significa entonces que los trabajadores, quienes trabajamos en el Gobierno, las fuerzas políticas, los propios empresarios, debemos ir generando una visión de responsabilidad de la nueva empresa.
Creo que los empresarios peruanos lo están haciendo, y en el mundo también la iniciativa global es eso: la empresa que asume responsabilidades ambientales, la empresa que asume responsabilidades de derechos humanos. Solamente se puede pensar en esta dimensión cuándo dejó de ser sectorial.
Creo que en el Perú tenemos que dar un gran paso en ese sentido, de que todas las fuerzas políticas, la opinión pública, los ciudadanos aprendamos a concebir, a aceptar y a dignificar a la empresa dentro de este nuevo rol social y productivo que tiene, y así, entonces, vamos a poder liberar todas las fuerzas que nos permitan cumplir esa meta de elevar cada cinco años al doble las exportaciones.
Ya la empresa no debe ser un factor de conflicto social. La empresa no puede ser un adversario. La empresa es un aglutinador, es un factor de cohesión social y nacional, es un factor que genera trabajo, que genera riqueza y, entonces, tiene que participar de manera más dinámica en las decisiones nacionales en diversos órdenes.
En la Cancillería hemos comprendido esto, ¿y qué cosa estamos haciendo? La diplomacia económica que tiene dos presupuestos y tres líneas de acción.
El primer presupuesto es el que he señalado. La empresa es el factor esencial de la generación de la riqueza en el Perú.
Por ende, el potencial nacional depende de las empresas y en el mundo actual, aún la seguridad de un Estado depende de su capacidad de generar riqueza. Entonces, el desarrollo empresarial es un factor esencial del potencial nacional y de la política exterior. Porque cuanto más empresas tengamos que generen excedentes y que generen trabajo y que sus empresas sean competitivas en el mercado nacional y en el mercado global, el poder relativo del Perú en la escena internacional será mayor. Entonces, desde este punto de vista hay una primera no interacción, sino identificación entre política exterior y empresa.
Todas las relaciones económicas internacionales del Estado suponen una nueva alianza, una nueva asociación entre empresa-Gobierno, empresa-Estado, empresa-sociedad.
Segundo presupuesto. Si esto es verdad, entonces, la política exterior y la política exterior económica ya no pueden manejarse desde el escritorio de los funcionarios. Los diplomáticos no podemos en cuatro paredes definir cuáles son los intereses nacionales del Perú en materia de comercio exterior o en materia de inversiones. Esto tiene que surgir de un consenso en base de consultas, donde los intereses de los empresarios se concilien con los del Estado y la sociedad, y tengamos entonces intereses nacionales en materia de relaciones económicas externas.
Uno de esos intereses, por ejemplo, es promover las exportaciones –es evidente-, y por eso la Cancillería está comprometida con esta estrategia de duplicarlas quinquenalmente.
Las tres líneas de acción. Nosotros no disputamos competencias con otros sectores de la administración. En eso quiero ser absolutamente claro. Las competencias en materia de promoción de exportaciones en general y de negociaciones comerciales internacionales corresponden al Mincetur. La Cancillería tiene sus propias competencias, porque es responsable de la gestión externa del Estado que implica las relaciones económicas internacionales.
Creo que uno de los graves problemas que ha afectado la capacidad de promover exportaciones e inversiones y de turismo en el Perú, ha sido -hasta los últimos treinta años- que hemos asistido a un proceso de fragmentación de la acción del Estado y de autismo del Estado respecto de la sociedad y los empresarios. Debemos acabar con ese fraccionalismo sectorial que es poco rentable, que dilapida recursos, que duplica acciones y que impide obtener mejores resultados.
La Cancillería postula, respetando las competencias sectoriales, una visión de manejo de las relaciones económicas sectoriales, una visión de manejo de las relaciones económicas internacionales en todos los campos, que yo califico de gestión integrada de las relaciones económicas, financieras, comerciales y de turismo del Estado y de la sociedad -este es un enfoque- no solamente del Estado sino de la sociedad y, dentro de ellas, las empresas. Estamos trabajando en ese sentido.
La segunda línea es que debemos salir de lo macro para entrar en lo micro. Estamos ampliando los mercados, TLCs con ‘x’ países. Aspiramos a un mercado externo de 800 millones de consumidores. Todo eso está perfecto. Pero eso no promueve directamente la exportación, eso no genera automáticamente competitividad, eso genera mejores condiciones de acceso a los mercados, y hay mercados que se conocen y hay mercados que no se conocen. El mercado norteamericano, por ejemplo, es quizás el más conocido, sobre todo para ciertas exportaciones tradicionales y no tradicionales. Pero, el mercado de Francia es un desperdicio para el Perú. El comercio que tenemos con Francia es ridículo. Es muchísimo más grande el comercio que tenemos con Bolivia. Y Francia es un gran mercado para nuestras exportaciones.
Hay también factores culturales de conocimiento de los mercados. El marketing enseña eso. Entonces, el Perú no puede seguir –creo yo-, para cumplir la estrategia de la duplicación quinquenal, con políticas de promoción medio generales, medio abstractas.
La Cancillería tiene 126 oficinas en el exterior contando Embajadas, Consulados y Agregadurías Comerciales. Es la única transnacional del Estado peruano. Y con ello ¿qué ganan ustedes? Actualmente nosotros mandamos cables, instrucciones: ‘promuevan ustedes el comercio’, ‘promuevan las exportaciones’; y por allí algunas cosas específicas: "está viajando una delegación y hay que asistirla", "hay que buscar sus contactos para que se reúnan", etc. Pero eso es ciego, y ésa es un poco la situación que encontramos en general. Esquemáticamente, creo que esta situación es la que tenemos que cambiar.
Nosotros queremos un enfoque micro de la promoción de exportaciones. Y de eso estoy hablando también con los amigos de Prompex. Ellos deben hacer los estudios dentro de sus competencias. Pero ¿a dónde debemos ir? A una estrategia de promoción de exportaciones que vincule la oferta exportable con el mercado y con las empresas exportadoras e importadoras, que haga el enlace entre la empresa exportadora y la importadora en función de un cruce de demanda y oferta, pero específico. Para la empresa de tipo ‘hand made’, ¿en qué producto? En el producto muy específico como el que por ejemplo, muy gentilmente hoy día me han obsequiado: artesanía de madera.
Entonces, las Embajadas tienen que conectar a las empresas con importadores en un mercado específico. Y para hacer el enlace debe obtener la información comercial respecto de cuáles son las condiciones de acceso e identificar cuáles son las trabas para el acceso. Quizás, el país de destino tenga unos aranceles, supongamos Francia -por hacer una situación hipotética- tiene unos aranceles que no permitan que nuestros productos ingresen. Pero la Embajada debe negociar un acuerdo que permita la disminución de aranceles para que nuestra empresa pueda poner sus productos en ese mercado.
Nosotros postulamos una visión de la promoción de exportaciones micro, donde la relación empresa, mercados, oferta exportable y demanda se cruce por producto y se cruce por empresa.
Les voy a poner dos ejemplos de cosas que estamos haciendo y que todavía son iniciales. ¿Qué sentido tiene que las Embajadas del Perú por ejemplo en Singapur, en Malasia o en Polonia tengan cuatro funcionarios? Es gente capacitada, es gente que tiene postgrados en relaciones económicas internacionales, en política internacional, en derecho.
¿Justifica que tengamos cuatro funcionarios en una Embajada como Polonia, como Finlandia, como Malasia en función de la densidad de los asuntos políticos de las relaciones entre el Perú y estos países? No justifica. Porque la densidad de los intereses políticos son mínimos multilaterales y bilaterales con esos países; y, entonces, tenemos cuatro funcionarios ¿para qué? Para que en esas Embajadas tengamos como prioridad la diplomacia económica. A nivel de la inversión, el turismo, la promoción de exportaciones, la promoción de exportaciones de las pymes, la promoción de acuerdos comerciales o de cooperación en materia de competitividad. Pero, para que eso sea eficiente necesitamos fortalecer el aspecto micro y salir de las cosas macro que son generales y que son intemporales, y que al final no producen los resultados esperados.
Hemos nombrado 55 Consejeros Económicos Comerciales en las Embajadas. Probablemente ustedes aún no lo saben. Ello es una de las ineficiencias en materia de comunicación que debemos ir superando.
¿Ha costado algo al Estado? No, nada. Simplemente he reasignado las tareas funcionales. En el caso de las Embajadas, se le ha dicho a un funcionario con estudios y con capacidades que se dedique única y exclusivamente a hacer promoción comercial, de turismo y de inversiones. Un Consejero Económico capaz, que se le pueda perfeccionar y que no le cueste un real al Estado, porque ya es un gasto previsto y un egreso continuo.
Queremos ahora tener las estrategias de promoción de exportaciones por país. Que obtengamos exportaciones de una empresa, de una pyme, por 70 mil dólares, por 100 mil dólares, no importa. Se van sumando y se van generando las corrientes de comercio. Esa es una tarea que tenemos que hacer juntos.
En segundo lugar, cuando asumí el cargo me puse en contacto con el Centro de Comercio Internacional de Ginebra, que no sé si ustedes lo conocen. Si ustedes entran a la página web del Centro de Comercio Internacional de Ginebra, van a la palabra ‘Perú’ y piden un perfil de las exportaciones, de la competitividad de las exportaciones del Perú. Les va a aparecer allí toda una información muy actualizada, inclusive con gráficos donde les van a decir cuáles son los productos estrella del Perú en el mundo global; cuáles están ingresando a mercados con dinamismo; cuáles no están ingresando a mercados; cuáles están recién empezando a ingresar a los mercados; cuáles están en su punto de saturación, de expansión; van a tener los productos que están en declinación, y van a tener todo un análisis de nuestro comercio exterior y de la competitividad de nuestros productos, de nuestras empresas.
He firmado un acuerdo con el Centro de Comercio Internacional para conectarlo con ADEX y para conectarlo con los empresarios en materia de acceso a toda la información que tiene el Centro y que básicamente permite -lo que se señalaba acá- conectar importadores con exportadores y viceversa.
El Centro tiene un programa que se llama ‘Lucha contra la pobreza a través de la promoción de exportaciones’. Ese programa tiene un financiamiento de cerca de 12 millones de dólares y vamos a aplicar ese programa por primera vez en el Perú. El programa consiste en la identificación de dos o tres productos, dentro de un enfoque micro. La idea es que la gente del Centro viene, asesora a la pyme en control de calidad, en una serie de factores que le den un precio competitivo y, luego de conseguir el comprador -que puede ser de Nigeria, los Estados Unidos, Canadá, Brasil o de la India- el Centro monitorea la generación de una corriente de comercio con el sector correspondiente.
Los voy a invitar posteriormente a mi oficina para hablar sobre este programa específico, que antes no lo hemos hecho público porque no queremos anunciar algo que vamos a hacer, sino anunciar algo que ya está en ejecución.
En tercer lugar, hay cosas aparentemente muy pequeñas que podemos hacer con gran eficacia. Por ejemplo, el Directorio de las Pymes. Este es un instrumento esencial para las Embajadas y para las Oficinas Comerciales del Perú. Pero, tenemos que perfeccionar el producto.
Entonces, lo que les propongo es que como ADEX tiene su escuela de idiomas, hagamos un trabajo juntos, la Cancillería y ADEX hagamos versiones del Directorio en francés y en inglés. Y así como está, yo abro en la página web de la Cancillería una ventana que diga: ‘Pymes exportadoras’ o ‘Empresas exportadoras peruanas’ que estaría en inglés, en español y en francés; de tal manera que en el mundo entero –a la página web de la Cancillería entran cientos de miles de personas- pueda ingresar a este sitio. Y, al mismo tiempo, lo que les podemos pedir a esos 55
Agregados Comerciales o Consejeros Comerciales que tenemos, es que identifiquen en el mercado donde están trabajando cuál es el régimen arancelario y/o de promoción si existiese para la importación de esos productos y que nos ubiquen cuáles son las empresas que los importan con sus fax, sus teléfonos, el nombre de la persona responsable, etc.
Con esto que es tan sencillo, daremos un salto cualitativo en la promoción de exportaciones especialmente para las pymes. Entonces, yo quiero comprometerte a que hagamos un pequeño grupo de trabajo en la Cancillería con ADEX para poner en práctica esto, y hagamos otro grupo de contacto para que podamos informar sobre el programa de promoción de exportaciones de combate a la pobreza con el Centro de Comercio Internacional de Ginebra.
Para terminar sólo quiero señalar que hay algo que a mí me parece que es de mayor aliento. Estamos en este momento con ADEX, con Prompex, con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, con la Cancillería reordenando las Agregadurías Comerciales. Hemos identificado los mercados donde deben estar. Vamos a nombrar nuevos Agregados bajo ciertas normas.
Lo que quisiéramos es que haya un comité de gestión. Prompex definiría las políticas de promoción en coordinación con los empresarios. Para las Embajadas haríamos un comité gestión donde esté el sector privado, Prompex y la Cancillería con el propósito que se instruya a los Consejeros Comerciales con este enfoque micro para echar a andar un sistema que produzca y que aporte a ese gran objetivo de duplicar las exportaciones cada cinco años.
Disculpen la extensión, pero no quería dejar de referir estas cosas que son prácticas, y que son la mejor expresión de ofrecerles a ustedes mi profundo agradecimiento por este reconocimiento que no lo entiendo para el Ministro sino para la Cancillería, para el Servicio Diplomático.